La práctica del mindfulness en aula aporta importantes beneficios para nuestros alumnos de Educación Infantil y Primaria: mejora su atención en las tareas escolares y un mayor conocimiento de sus emociones. “Mindfulness ” -en español «atención plena»- tiene su origen en las prácticas de meditación orientales y en la capacidad de las personas de concentrarnos en lo que está sucediendo en el presente.
Entre los innumerables beneficios que puede aportar esta práctica en nuestras clases está el control y gestión de las emociones del niño, la conciencia del aquí y ahora en detrimento del habitual piloto automático y el aumento de su capacidad de atención. Conseguir la atención plena en el alumno ayuda al profesorado a gestionar el estrés de forma eficaz, pues proporciona al maestro las herramientas adecuadas para reducirlo.
El alumno, por su parte, aprende a regular sus emociones – su cerebro gana en atención plena- aprende a dirigirse con calma al profesor y a sus compañeros al ver reducido su nivel de stress y mejora su concentración y atención en el aula, traduciéndose esto en una mejora de su rendimiento escolar.